En encuentro que congregó a comisarios de Carabineros de todo el país, Jorge Bermúdez también se refirió al rol de la entidad que dirige.

Destacar al control como principal foco en la lucha contra la corrupción fue parte esencial de la ponencia que el Contralor General, Jorge Bermúdez, desarrolló tras ser invitado a participar en la tercera jornada del “Seminario para Comisarios 2018”, que se realiza en el Centro Cultural de Carabineros de Chile.

En su intervención, ante más de 200 funcionarios de la policía uniformada, el Contralor mencionó las distintas formas en que la corrupción se presenta, entre las que destacó el soborno, la coima, el tráfico de influencias, el nepotismo y el trabajo mal hecho. 

Agregó que la corrupción, en Chile y otros países, también afecta en las áreas de orden y seguridad. Por ello, planteó que un buen control ayuda a disminuir o evitar el desarrollo de este flagelo. A su juicio hay tres niveles de control: en primer lugar está el que ejercen las jefaturas sobre los funcionarios, al supervisar que lo que se les mandata se realice correctamente. Un segundo nivel está dado por el control interno de cada servicio, que se encarga de fiscalizar que la organización cumpla sus fines apegándose a la ley. El tercer nivel está vinculado a la labor de la Contraloría General de manera ex post, es decir, que muchas veces los pronunciamientos son sobre situaciones que ya se materializaron.

También afirmó que la Contraloría ha realizado cambios orgánicos en sus procesos de trabajo, mediante la creación de áreas especializadas en las ramas de Fuerzas Armadas y de Orden, cuya orientación es evitar o alertar ante la presencia de fraude en los servicios públicos. El actual foco de la Institución, añadió, es ejercer el control de los recursos del Estado, fundamentalmente en los lugares que cuentan con mayor presupuesto, pero advirtió que se necesita trabajar coordinadamente con las instituciones fiscalizadas.