En la cita se apuntó al trabajo colaborativo para combatir la corrupción especialmente en materias como las compras públicas, la contratación de personal, los conflictos de intereses, entre otros.

La Alianza Anticorrupción, liderada por la Contraloría General y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) realizó, el pasado viernes 9 de noviembre, un seminario dirigido a los gerentes de empresas públicas del país para reflexionar sobre la relevancia de estas organizaciones en la construcción de una cultura de integridad, buen uso de los recursos públicos y respeto a los Derechos Humanos.

La jornada, que contó con dos paneles, fue inaugurada por el Contralor General, Jorge Bermúdez, quien sostuvo quienes administran recursos públicos deben asignarlos de la manera más eficiente posible y liderar con el ejemplo en materias de integridad y anticorrupción.

Paloma Toranzos, jefa del Programa de Gobernanza y Desarrollo Sostenible del PNUD, señaló que el rol la Alianza Anticorrupción es trabajar colaborativamente en el desarrollo y aplicación de herramientas que apunten a combatir la corrupción, fomentar la probidad y dar cumplimiento en Chile a los principios de la Convención de Naciones Unidas Contra la Corrupción.

Añadió que las empresas estatales cumplen un importante rol en el desarrollo del país y su vínculo con lo público las ubica como referentes naturales a la hora de innovar y elevar los estándares. “Sólo con instituciones sólidas, transparentes e íntegras basadas en el Estado de Derecho y respaldadas por la ciudadanía es que se consolidan los pilares de un buen gobierno”, sostuvo.

 Uno de los principales elementos de consenso éntrelos panelistas que reflexionaron durante la jornada apuntó al trabajo colaborativo para combatir la corrupción especialmente en materias como las compras públicas, la contratación de personal, los conflictos de intereses, la demora de las leyes y la reacción tardía a los problemas.

Adicionalmente, los códigos de conducta, las guías de transparencia, las declaraciones de intereses y patrimonio y la fijación de estándares por sobre la norma y acordes a la propia realidad fueron consideradas como algunas de las buenas prácticas que favorecen la probidad.

En esa línea, la Subcontralora General, María Soledad Frindt, señaló “el mayor acto de probidad es el trabajo bien hecho, que no es más que cumplir con nuestro deber donde estemos”. Agregó que “si seguimos haciendo las cosas como las estamos haciendo no podemos esperar resultados distintos”.

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